En palabras de Mercedes Medina, su directora, el Máster en Gestión de Empresas de Comunicación (MGEC) que ofrece fcom está orientado a “todo aquel que quiera transformar el mercado de los medios”. Pero, para lograrlo, primero hay que transformar a sus alumnos. Con un perfil de estudiantes muy definido, este programa tiene como objetivo prioritario satisfacer las demandas del mercado, formando jóvenes directivos con capacidad de decisión y análisis, preparados para enfrentarse al cambiante panorama mediático.
Este curso se cumplen 11 años con el MGEC en funcionamiento, y son también 11 alumnos de 6 países los que lo están cursando en la actualidad. Al final del curso, estos alumnos se sumarán a los más de estudiantes que ya se han graduado en el máster con más trayectoria de fcom.
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Los alumnos del MGEC, en una reciente sesión con Alejandro Peralta (segundo por la izquierda), director general del grupo AJ Vierci, el mayor grupo multimedia de Paraguay. Foto: M. Castells
Este máster constituye una novedad en Europa, ya que no tiene un igual. “Existe uno similar en la Universidad de Westminster, en Londres, pero es más teórico, más enfocado desde los cultural studies, una orientación muy típica en los estudios anglosajones. En Alemania, en la Universidad de Mainz, tienen un programa entero de media management, pero es un grado de dos años, no un posgrado. Fuera de esto, no existe esta especialidad como tal en Europa, y en Estados Unidos tampoco hay muchos ejemplos de gestión de medios de comunicación”, apunta Mercedes Medina. Ante este panorama, el espejo en el que mirarse para diseñar el programa fueron los Master en Business Administration (MBA) del IESE, aplicado al caso particular de los medios y el mercado de la comunicación. En palabras de su directora, “el modelo es el mismo, pero más breve en el tiempo, con menos profundidad en las asignaturas y un enfoque especializado”.
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Mercedes Medina, directora del MGEC. Foto: J.S.
Según un reciente estudio de Eduniversal, el MGEC está considerado como uno de los mejores másteres de comunicación del mundo. “El máster tiene mucho prestigio, de entrada porque el claustro de profesores es muy bueno. Tenemos profesionales de la industria, gente de mucha reputación en su ámbito. También tenemos a profesores de la Facultad que tienen un prestigio reconocido. Además, cada año solemos invitar a un par de profesores de Estados Unidos, que es gente de primera línea. La satisfacción de los alumnos del máster es muy alta, lo que es un buen indicador”, comenta Mercedes Medina. Los principales motivos de este reconocimiento son su alta tasa de inserción laboral y la metodología docente empleada: el método del caso.
Esta metodología responde a la marcada orientación práctica del programa, y su funcionamiento sigue la línea de universidades de primera línea mundial como Oxford y Harvard, que también lo han implantado. El profesorado expone casos reales de empresas del mundo de la comunicación, situaciones de mercado problemáticas ante las que el alumno debe ponerse en la piel de los directivos.
Dada la calidad del programa que se imparte en el máster, se pide a los alumnos del MGEC unos requisitos mínimos para poder cursarlo, más exigentes que la gran mayoría de cursos de posgrado españoles. Estos son, en palabras de Medina, “ser licenciado en cualquier ámbito de la comunicación, aunque también caben graduados en Económicas o Derecho, tener experiencia profesional de dos o tres años de trabajo en medios, saber inglés y estar interesado por formarse en el ámbito de la gestión de los medios de comunicación, dirección comercial y estratégica y cuestiones de marketing”.
Tener esa experiencia profesional es indispensable porque, como explica Mercedes Medina, “se plantea una situación de empresa que solo eres capaz de enjuiciar si tienes esta experiencia”. María Carbó, alumna del master, cree que la apuesta por el método del caso es un acierto: “De esta manera, se te obliga a pensar y a trabajar con las herramientas que poseas por tu experiencia profesional y académica. Al día siguiente se resuelve y se muestran las decisiones que fueron tomadas. Esto te permite ir cogiendo confianza y descubrir tu intuición”.
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XI promoción del MGEC, con la directora y la secretaria ejecutiva del máster. Foto: M. Castells
La implantación de este máster no tendría sentido si no hubiera habido un cambio en el modelo de las directivas de los empresas de comunicación. Ya no es necesario permanecer décadas en el mismo medio para alcanzar puestos de responsabilidad. “Ahora mismo el nuevo mercado que está formado por empresas pequeñas de estructuras muy sencillas, que tienen su desarrollo online y que están haciendo un magnífico servicio. Quien hoy está desarrollando estas nuevas empresas o las divisiones online de los medios es gente que no tiene más de treinta años. Hace diez o veinte años para llegar a ser el director de un diario tenías que tener cincuenta años, pero en este momento del mercado hay más posibilidades”, apunta la directora de este programa. “Es verdad que para ser director general tienes que pasar por muchos puestos”, continúa, “pero los alumnos que han salido al mercado tras hacer este máster enseguida son nombrados directivos de un equipo de personas”. “Aunque es un proceso progresivo, si tienes valía y habilidad, las empresas confiarán en ti”.
La relación con las empresas del sector es uno de los pilares sobre los que se sustenta este programa de posgrado. “Este máster no funcionaría y no se hubiera lanzado si no tuviera el apoyo de la industria”, asegura Mercedes Medina. “Hay varios modos de relacionarnos con las empresas. En primer lugar, tenemos un consejo asesor, que conoce muy bien el programa y nos apoya, a cuyos miembros solemos invitar cada año a dar una charla a los alumnos. En este grupo hay empresas de todos los sectores: Antena 3, Grupo Intercom, Tiempo BBDO. Otra vía es por invitación, todos los viernes tenemos una sesión con un directivo. Por último, nuestros alumnos tienen que ir a desarrollar una práctica en una empresa desde abril hasta junio. Durante esos tres meses, ellos ven la cocina de la empresa y participan en el desarrollo de un proyecto y en el lanzamiento de un producto”.
Estas prácticas constituyen el trabajo final, durante las cuales los alumnos trabajarán en alguna de las empresas que colaboran con el programa. Poniendo en práctica los conocimientos adquiridos, los alumnos participan en la creación y desarrollo de un proyecto desde su fase embrionaria. Se involucran en las reuniones y en la toma de decisiones, de manera que puedan ir conociendo los entresijos y resortes del mundo en el que ejercerán su actividad profesional. Al final de este periodo, deberán elaborar su propia memoria para defenderla en la Universidad.
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María Carbó, alumna del MGEC. Foto: J.S.
A lo largo de estos últimos años, el alumno español ha ido dejando paso a otro más internacional, especialmente latinoamericano. Esto es debido al enorme prestigio que la Universidad de Navarra y la Facultad tienen en América Latina. Como comenta Medina, “para el americano supone un salto de calidad en su educación”. En contraste con esto, los alumnos procedentes de la propia Facultad son muy pocos, apenas uno o dos al año. Aun así, la directora del programa subraya que estos alumnos suelen destacar, en parte porque no necesitan de un periodo de aclimatación.
En relación con esta tendencia en el alumnado está la proyección de futuro del máster, como apunta Medina: “El reto, que ya está planteado, es abrir un Executive en Madrid. Un Executive es un máster de viernes y sábados, dirigido sobre todo al público español. El alumno español tiene que tomar muchas decisiones y a veces son muy complejas, porque suponen estar seis meses en Pamplona, por tanto, es dejar su trabajo en la inestable situación actual. Ofreceríamos la misma titulación con un nuevo formato, manteniendo la marca y la fidelización de todos los antiguos alumnos que es una cantera importantísima que no podemos perder”. De todas maneras, parece que no será algo inmediato: “Estamos trabajando en ello, porque supone un importante desembolso económico y hay que valorar si es el momento oportuno”.
Multiculturalismo entre alumnos e invitados
“Estoy muy contento de estar aquí. Cursar este master implica abrir tu mente hacia nuevas ideas, reflexionar sobre lo que podemos ofrecer al panorama actual de las empresas de comunicación”, comenta Héctor Latorre, actual alumno del MGEC de origen colombiano. “Soy periodista, estudié Comunicación Social en la Universidad de Bogotá. Hacía tiempo que había oído hablar de este máster y solicité una beca a la Fundación Carolina. Me interesa su enfoque sobre la gestión, la importancia de ser creativo para innovar a nivel empresarial”. Tanto él como la alumna María Carbó no dudan en señalar el alto nivel del equipo docente como uno de los puntos fuertes del programa. Además de los profesores que forman parte del equipo, la presencia de invitados de prestigio del mundo académico y profesional es muy frecuente.
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Héctor Latorre, en fcom. Foto: J.Santirso.
Uno de los profesores invitados este año ha sido Richard Gershon, de la School of Communication de Western Michigan University. “Esta es un gran universidad, y su Facultad de Comunicación tiene mucho prestigio a nivel internacional. He estado aquí durante cinco semanas y he disfrutado mucho de este tiempo, colaborando en clases e investigaciones”, comenta Gershon. Desde su punto de vista, una de las principales diferencias con respecto a los programas de posgrado estadounidenses es su enfoque, donde la mayoría de los temas que se trabajan hacen referencia a asuntos de su país, mientras que aquí se adopta un punto de vista más europeo, aunque en ambos casos las cuestiones internacionales tienen un gran peso. “En general, la calidad y el nivel de exigencia es muy similar”.
Como visitante, le ha llamado la atención que en fcom existe un “sentimiento de comunidad fuerte y único, reflejado a la hora de trabajar y también en el modo en que las personas se relacionan; lo que hace que este sitio sea especial”.
INFORME ESPECIAL | LOS PROGRAMAS MÁSTER DE LA FACULTAD DE COMUNICACIÓN